Arte moderno...
o lo que es lo mismo:
Freddie Linsky es un artista precoz. Tiene tan sólo dos años, pero ya ha conseguido vender una de sus obras por 30 euros y que le ofrezcan realizar una exposición en una galería de Berlín (Alemania).
Sus cuadros son lo que parecen: garabatos de un niño de dos años… ¡algunos hechos con Ketchup! Pero las profesionales descripciones de su madre, Estelle Lovatt, profesora de la Escuela de Arte de Hampstead (Reino Unido) y crítica de arte freelance, los han convertido en obras de arte aclamadas por supuestos expertos.
Convencida del talento de su retoño, Lovatt colgó algunas de sus creaciones en la web de la Saatchi Gallery de Londres, especializada en arte contemporáneo, vendiéndolas como el trabajo de "un artista londinense, crítico de arte, conocido en las presentaciones a la prensa de las mayores galerías de la ciudad".
Luego no tuvo más que añadir jugosas descripciones bajo cada tela y una biografía trufada de referencias a movimientos artísticos y vocabulario al uso en las críticas de arte. De la obra titulada Sunrise, por ejemplo, asegura que constituye "un sólido uso del color, inspirado por la técnica 'plein air' de Monet, que logra capturar el mundo natural que nos rodea."
De otra obra, realizada esta vez con garabatos en negro y titulada El elefante más amado, Lovatt afirma que "el sorprendente uso de la caligrafía oriental, que muestra caracteres tipo Kanji escapando de la tela, simboliza la nueva influencia de Oriente". Y, por si acaso, añade: "Éste es uno de los trabajos más experimentales de Linsky."
Según confiesa al Daily Mail, Lovatt nunca imaginó que sus palabras fueran a tener tal impacto. Pero la madre se empleó a consciencia con el perfil de su niño y no tuvo reparos en precisar que lleva "toda su vida dedicado al arte" y que "en la multiplicidad de la relatividad de sus pinceladas hay una interpretación eficaz del silencio entre cada marca, entre cada descripción aparentemente insuficiente y a la vez amueblada con un tono confiado."
Sólo al final sugiere que "los colores son artificiales, conscientemente falsos" y que "la expresión no debe tomarse en serio". Aún así, cuando una galería de Berlín le envió un mail al artista alabando su trabajo e invitándolo a participar en una exposición, Lovatt no dudó en contestar en su nombre.
La madre solicitó más detalles de la oferta, aunque obvió aclarar que el artista tiene dos años. A estas alturas, en Berlín ya deben estar al corriente. Pero las obras continúan colgadas en la Saatchi Gallery online, que acumula cada día 50 millones de impactos en la web y genera unos 68 millones de euros en ventas al año.
Como diría J, si no hay intencionalidad, no es arte.
Como diría yo, nos tragamos cualquier cosa que nos echen.
"Aleluia, Ortus Conclusus (Officium)" by Marcel Pérès
1 Comments:
Yo no entiendo mucho de arte, pero una vez escuché algo así:
- Eso también podría hacerlo yo...
- Y porque no lo haces entonces???
Vamos que la madre del niño se ha cubierto de gloria...
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