viernes, noviembre 24, 2006

acaba...

...de sonar el Réquiem de Berlioz en mi cabeza: han certificado la muerte de mi nevera;
ahora me toca decidir entre jugar a ser el Doctor Frankenstein y resucitarla, o bien concebir otra;


moraleja: chaval, déjate de sueños y mandangas y vuelve a la realidad, que están lloviendo ostias!